miércoles, 18 de enero de 2012

Los malos olores salen de paseo (La Opinión de Málaga)

Los malos olores salen de paseo

El consistorio de la capital destaca que la Junta de Andalucía debe
cambiar el saneamiento de todo el barrio


El vertido atraviesa casi todo el Camino de La Corta y las aguas
vierten en el arroyo de los Ángeles. Arciniega


ALFONSO VÁZQUEZ Los vecinos de La Corta no se ponen de acuerdo a la
hora de datar el vertido de aguas fecales que recorre su barrio.
Por las fuentes consultadas, aparece y desaparece como el Guadiana
desde hace más de una década y ya ha pasado un año desde que convive
con los inquilinos de forma ininterrumpida.

El reguero sale de los bajos de un bloque en la calle Nilo, serpentea
delante de la calle Ganímedes y tuerce a la izquierda para recorrer el
Camino de la Corta y terminar en el arroyo de las Ángeles, que se ve
enriquecido por esta dudosa aportación.

«Ese agua lleva ahí toda la vida, los 13 años que he estado en La
Corta lo he estado viendo», cuenta Estefanía Corzo, una vecina. A su
lado está Antonio Fernández, otro vecino que también destaca que los
vertidos llevan acompañando al barrio «unos cuantos años».

Dos de los principales perjudicados por esta situación son los vecinos
cuyas viviendas dan al Camino de la Corta. Es el caso de dos ancianos,
Antonio Rodríguez y Dolores López, que están asomados al balcón y
contemplan a diario este paisaje con mal olor. «Esto viene de una casa
y llevamos así más de un año», precisa Antonio, mientras que Dolores
comenta el peligro que le supone salir a la calle, «porque me puedo
resbalar».

Por su parte Moise Mita, que les acompaña, cuenta cómo «este agua la
tengo que quitar yo para que no huela, porque vienen mosquitos y
molesta mucho, hay mucha peste».

Las viviendas de La Corta, que construyeron de forma temporal para
albergar a perjudicados por las inundaciones de 1989, pertenecen a la
Junta de Andalucía, aunque del mantenimiento se encarga el
Ayuntamiento y en concreto el Instituto Municipal de la Vivienda.

El concejal del distrito de Bailén-Miraflores, Mario Cortés, confirmó
a La Opinión la antigüedad de este vertido. «Se produce desde hace
años, no sé cuántos pero va por temporadas, se ve que son atoros
puntuales y luego está meses sin problema alguno».

El concejal cree que «no es un problema de la propia barriada, sino
del uso que los vecinos hacen de las acometidas del saneamiento», al
tiempo que añadió que del pasado verano «no hemos tenido aviso de este
tipo».

Sin embargo, el concejal también subrayó que cuando se construyó la
barriada, «no se hizo del todo bien, pues el saneamiento deberían
haberlo hecho mucho más grande».

En este sentido, precisó que aunque el Ayuntamiento se encarga del
mantenimiento, «este asunto excede el mantenimiento y hemos pedido a
Epsa que lo arregle aunque no ha contestado».

Mario Cortés indicó que la solución consistiría en levantar el
saneamiento «y poner una sección más ancha». A este respecto, comentó
que Endesa ha hecho una estimación de la obra «y costaría unos 300.000
euros y desde luego, no es un asunto de mantenimiento levantar una
barriada entera». «Una cosa es que nos encarguemos de la gestión de
las viviendas y otra que la tengamos que arreglar como si fuera un
barrio municipal», concluyó.

Por su parte, el delegado de Vivienda de la Junta de Andalucía,
Enrique Benítez, declaró ayer a este periódico que en su última visita
a La Corta, el 24 de diciembre, «no me plantearon esta
reivindicación», no obstante, manifestó que «si hay que acometer algún
tipo de obra lo estudiaremos y nos gustaría hacerlo en colaboración
con el Ayuntamiento porque Emasa seguro que tendrá algo que decir
ahí».