lunes, 10 de mayo de 2010

Málaga sólo recicla un tercio de la basura una década después (Diario Sur)

Málaga sólo recicla un tercio de la basura una década después

La ciudad genera 120.000 toneladas de desperdicios al año, de las que poco más de 36.000 consiguen tener nuevos usos

10.05.10 - 01:45 -
El sistema de reciclaje en la capital apenas ha hecho la primera comunión y, a pesar de su juventud, los contenedores de colores forman parte del paisaje urbano, donde un número creciente de ciudadanos se preocupan cada día en diferenciar los residuos que generan en sus casas en función de los materiales que los componen.
El plan de recogida selectiva tal y como se conoce en la actualidad acaba de cumplir diez años. Fue en febrero del año 2000 cuando la entonces alcaldesa, Celia Villalobos, inauguró la planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos de Los Ruices, que permite que la ciudad procese y gestione de forma distinta restos orgánicos, latas, botellas de plástico, cristal y papel. Aunque, en honor a la verdad, habría que remontarse a los 80 para encontrar los primeros iglús verdes para las botellas de cristal y los depósitos azules para el papel.
Una década después de aquel hito, el balance está muy lejos de ser óptimo. La capital produce cada año 120.000 toneladas de basura. De estas, dos terceras partes -casi 84.000 toneladas- van a parar irremediablemente al vertedero, a razón de 230 al día. El resto, poco más de 36.000 toneladas, es la suma del papel, el vidrio y los envases que los ciudadanos con mayor conciencia medioambiental se esfuerzan en tirar por separado; a los que se suma ese 10% de los desechos de comida que se convierten en abono para los cultivos y a los materiales que Limasa se esfuerza cada día por rescatar antes de sepultarlos.
Compost orgánico
Uno de los datos más desconocidos en la radiografía de las basuras es que el grueso del material reciclado corresponde al compost que se extrae de los desperdicios biológicos, hasta un total de 12.000 toneladas anuales, que se destinan al mantenimiento de cultivos agrícolas y jardines.
En el capítulo de la recogida selectiva que se hace directamente en los domicilios no todo es negativo. Según las estadísticas del Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Málaga, a pesar del descenso de la producción de residuos urbanos que ha traído consigo la crisis económica, las tres categorías de materiales reciclables (papel, vidrio y envases) han ido en aumento en los últimos cuatro años, con crecimientos de más de 2.000 toneladas interanuales, aunque entre 2008 y 2009 prácticamente se ha estancado.
En el primer trimestre de 2010 la evolución está resultando atípica. Los materiales con menos recorrido histórico entre los ciudadanos (las latas, botellas de plástico y bricks, que se deben depositar en el contenedor amarillo) siguen con fuertes repuntes y ya rozan los 400.000 kilos mensuales.
Sin embargo, en los más consolidados, como son el papel y el vidrio, se han producido descensos. En este punto, la concejala de Medio Ambiente, Araceli González, considera que ello no se puede achacar a una relajación de los buenos hábitos sino a una fuerte reducción del gasto, tanto doméstico como en la hostelería y el comercio. «El consumo ha bajado y ello se traduce en una menor producción de basura», explica la edil.
Con todo, en el primer trimestre cada mes se reciclaron en Málaga entre 720.000 y 850.000 kilos de papel y cartón y unos 300.000 kilos de vidrio. Unos datos que ponen de relieve la paradoja del grave desconocimiento de los ciudadanos sobre las posibilidades de reciclaje de los envases de plástico, latas y bricks. Que, paralelamente, son los materiales que más se consumen en los supermercados y, por tanto, son los que tienen más potencial de crecimiento en cuanto a reutilización a medio plazo.
Criba en busca de materiales
La importancia del reciclaje es tal que Limasa incluso criba la basura procedente del contenedor orgánico en busca de materiales valiosos. El año pasado se obtuvieron por este sistema casi 7.500 toneladas, de las casi casi la mitad eran papel y cartón; un 29% de latas de acero y un 12% de envases de polietileno (Pead). También se obtienen bricks, cajas de polietileno (como las que se usan para el transporte de fruta), metales diversos y Pet (polietileno tereftalato, fundamentalmente botellas de agua y refrescos).
La concejala de Medio Ambiente reconoce que el avance desde que se implantó la recogida selectiva en los domicilios no es óptimo, y aboga por hacer un esfuerzo para cambiar malas costumbres que están muy arraigadas en la sociedad. Al tiempo, pide desterrar falsas creencias, que ponen en duda la utilidad de la separación de las basuras en casa: «El reciclaje sí sirve, es real y es un esfuerzo que vale la pena».