domingo, 20 de junio de 2010

Cinco calles con el riesgo a la vuelta de la esquina (Diario Sur)

Cinco calles con el riesgo a la vuelta de la esquina

20.06.10 - 01:46 -
Cuando no es el chirrido de una rueda es un atronador golpe seco o la sirena de una ambulancia. Pepi Romero, vecina de Camino de San Rafael, asegura que en el último año esta banda sonora se ha convertido en su «pan de cada día». A través de la ventana de su piso es testigo del reguero de accidentes que se producen en su calle: nada menos que 75 a lo largo de 2009. O lo que es lo mismo, seis siniestros al mes. Cada vez que escucha un ruido, esta mujer de 63 años mira al cielo y reza para que no sea nada grave. Sobre todo, desde que vio a «dos chavales» sangrando tirados en el suelo. Desde entonces no ha vuelto a apartar la cortina. «Tan sólo estoy atenta si sé que alguno de mis hijos viene de camino. Les tengo dicho que tengan muchísimo cuidado cuando pasen por aquí, porque una ya tiene el miedo en el cuerpo», dice.
Su caso no es una excepción. Como Pepi, cientos de malagueños se han habituado a convivir con frenazos, estruendos y luces de emergencia. Es el precio de vivir en un punto negro. Escenarios donde los alcances entre vehículos o los atropellos se repiten con demasiada asiduidad. En unos casos, simplemente por culpa del azar, caprichoso. En otros, por la conjugación de una serie de ingredientes que favorecen la siniestralidad: desde el factor humano a calzadas mal conservada, pasos de peatones cuya pintura pasa inadvertida, poca señalización horizontal o tramos en obras.
El último informe elaborado por el Grupo de Atestados de la Policía Local de Málaga revela que la capital suma una decena de vías especialmente conflictivas en materia de accidentes, entre las que sobresalen cinco. La lista la encabeza el citado Camino de San Rafael, que contabilizó 75 alcances en 2009. Le siguen la avenida de Molière (con 56), plaza Manuel Azaña (43), Duque de Ahumada (38) y la céntrica plaza de la Solidaridad (32). Entre las cinco, suman casi el 5% del total de siniestros de la ciudad.
Si circula por alguna de estas arterias, extreme la precaución y levante el pie del acelerador porque, según las estadísticas, son imanes de accidentes. ¿Pero con qué criterios se determina un punto negro? El informe policial lo aclara: las vías de la ciudad se clasifican en red básica y red secundaria. Hechos ambos bloques, dentro de cada cual, las calles se agrupan en función de su intensidad media diaria (IMD), que no es otra cosa que el volumen de desplazamientos. Entre las que comparten la misma IMD se saca una media de siniestros y las que superen esa ratio en más del 50% pasan a considerarse peligrosas. Por ejemplo, entre todas las que tengan una IMD de 30.000 vehículos se extrae una media. Suponiendo que ésta diera 15, serían puntos negros las calles que dentro de ese grupo contabilizaran más de 22,6 alcances anuales.
Estos criterios sirven para establecer las zonas del casco urbano donde es más probable sufrir un siniestro, con independencia de que su gravedad. De hecho, llama la atención que pese a presidir Camino de San Rafael el 'ranking' de accidentalidad, durante 2009 no hubo ningún fallecido en esta vía; la mayoría de siniestros fueron pequeñas colisiones derivadas de no guardar la distancia de seguridad en los tramos del polígono San Rafael y del cruce con Juan XXIII. En este escenario la causa hay que buscarla en los desvíos realizados por las obras del metro, que han generado un mayor tránsito de vehículos por Camino de San Rafael. Sólo así se explica que en un año se haya pasado de 54 alcances a 75.
Para rebajar esta cifra, el documento del Grupo de Atestados -que además de señalar las vías conflictivas sugiere soluciones- propone emprender mejoras de conservación en la calzada, como reasfaltar o repintar las marcas viales, sobre todo los pasos de peatones. Es la misma receta que plantea la Policía Local para frenar el elevado número de accidentes localizados a lo largo de la avenida de Molière, una de las arterias principales de la zona oeste de la ciudad. Aquí, el grueso de incidentes fueron colisiones frontolaterales y dada su cercanía a la playa, sorprende que cuatro de cada diez tengan lugar durante los meses de verano.
Distracciones
Las distracciones, las incorporaciones temerarias o cambios inadecuados de carril están detrás de la mayoría de los siniestros ocurridos en la avenida de Molière, que registró dos heridos graves el año pasado. Además, el hecho de que durante 2009 haya formado parte del itinerario de acceso al centro de la ciudad desde la avenida de Velázquez -mientras ésta ha estado cortada al tráfico por las obras del metro- también ha jugado a favor de la siniestralidad, al igual que en Camino de San Rafael.
En el mapa de los accidentes en casco urbano, la plaza de Manuel Azaña destaca como el tercer punto más peligroso. Este enclave, formado por la confluencia de cuatro vías principales, contabilizó 26 heridos leves en 2009. Entre las causas más comunes de los siniestros, la radiografía del Grupo de Atestados resalta los distintos tipos de choques, entre ellos la colisión múltiple o en caravana, muy común en la franja del mediodía. Para reducir estos sucesos, los agentes proponen reforzar señales horizontales.
Una demanda a la que se suman vecinos y comerciantes de esta zona, que aseguran estar «cansados» de presenciar accidentes. Fernando Jurado, un administrativo de 45 años, es uno de ellos. «Esta plaza es un gran nudo en el que se juntan calles con mucho tráfico y claro, es pura matemática: a más circulación más probabilidades de que se produzcan incidentes», plantea.
Estos ingredientes, comunes en la mayoría de puntos negros, provocaron uno de cada cuatro accidentes registrados en 2009 en la avenida del Duque de Ahumada. Y si a la distracción se le suma el alcohol, el cóctel es explosivo. Es lo que pasa en esta vía -que comunica Málaga capital con la comarca del Guadalhorce y el Parque Tecnológico-, donde en el 16% de los 38 alcances el conductor presentaba síntomas de embriaguez.
Duque de Ahumada ocupa el cuarto puesto en la tabla de siniestralidad de la Policía Local. Sin embargo, es una de las más peligrosas en número de víctimas: nada menos que 35 durante 2009. Una de ellas, un guardia civil, perdió la vida tras una cadena de accidentes registrados el 20 de septiembre y en el que se arrestó a tres personas por dar positivo en alcoholemia. Las colisiones múltiples y las salidas de vía son las causas más reiteradas de incidentes en esta carretera, en la que una vez más las obras han influido de manera negativa. Los trabajos de enlace con la hiperronda modificaron temporalmente su trazado recto a su paso por el centro de transportes; ese punto fue el que localizó más siniestros.
Para que reducir la accidentalidad, los agentes sugieren que se mejore la iluminación en la calzada, principalmente en el interior del túnel existente a la altura de la avenida Washington, que se intensifiquen los controles de alcoholemia y se instalen señales verticales para alertar a los conductores de los atascos que se producen en horas punta.
El quinto puesto lo ocupa la plaza de la Solidaridad, una encrucijada de calles que soporta un importante volumen de tráfico y que también se ve afectada por las obras del metro. Esta rotonda enlaza la avenida de las Américas con la Explanada de la Estación, el Paseo de los Tilos y Callejones del Perchel, por lo que absorbe parte de la circulación de algunas de las principales arterias de la ciudad como las avenidas de la Aurora y Andalucía, y es uno de los itinerarios para llegar a la estación de trenes María Zambrano y a Vialia. Al tráfico rodado hay que sumar el tránsito peatonal de la zona, en cuyos aledaños se encuentra la estación de autobuses de Málaga y el centro comercial Larios.
Aunque cierra el 'ranking' de los cinco enclaves con más accidentes, la plaza de la Solidaridad encabeza la lista de los puntos negros más lesivos. En esta rotonda se han producido 32 siniestros, la mitad con víctimas, entre las que hay que destacar un fallecido -un motorista- y cinco heridos graves.
Entre los vecinos de esta céntrica glorieta reina la preocupación, que se torna en inquietud cuando alguno de sus familiares sale a la calle. Es el caso de María Dolores López, que vive a escasos metros de la plaza de la Solidaridad. «Cuando alguno de mis hijos se va de casa se me hace un nudo en el estómago», confiesa esta vecina. «Me he acostumbrado a estar sentada en el comedor y de pronto escuchar un bombazo; cuando no son dos coches, es un motorista o un peatón atropellado. Es más punto negro de lo que se pueda decir; hay que vivir aquí para verlo», sentencia.
Para rebajar la tasa de accidentes, la Policía Local sugiere un refuerzo de las marcas viales, especialmente de los pasos de peatones. El informe de Atestados reconoce que son habituales las retenciones en horario comercial en esta glorieta, lo que multiplica el riesgo de siniestros, de ahí que considere aconsejable regular los accesos mediante semáforos. Los vecinos van más allá. «Hacen falta badenes elevados para que crucen los viandantes y que obliguen a frenar los conductores. Los pasos de peatones tampoco se ven porque están desgastados», añade María Dolores.
Con todo, el balance de siniestralidad refleja en Málaga una tendencia a la baja. La cifra de víctimas mortales se ha reducido por tercer año consecutivo. Se ha pasado de 17 a 14 fallecidos en el último año, de los cuales siete fueron peatones y cinco motoristas; los otros dos fueron el pasajero de un coche y el conductor de un camión.
Distracción y exceso de velocidad son, por este orden, las principales causas de los 5.813 accidentes que tuvieron lugar en 2009 en el casco urbano de la capital. Son exactamente 528 siniestros menos que en el año anterior, lo que acerca a la capital a los índices de 2002, cuando el volumen de circulación era mucho menor. Algo es algo.