Las mejoras en la red viaria eliminan cinco puntos negros en la capital
Los accidentes en esos tramos se han reducido mediante cambios en la señalización, reasfaltado e instalación de pasos elevados
Ha bajado el número de fallecidos y se han registrado cien heridos menos que en 2008
Los consejos de los policías locales que investigan los accidentes en casco urbano no han caído en saco roto. El Ayuntamiento ha tomado nota de las propuestas realizadas por los agentes y ha actuado en algunos de los tramos más conflictivos para reducir la siniestralidad. Los resultados son perceptibles. Cinco puntos negros que se habían convertido en crónicos en la ciudad han dejado de serlo en el último año.
En el informe de accidentes en 2008, el Grupo de Atestados de la Policía Local estudió las calles más conflictivas de la capital y aportó a cada una de ellas una serie de medidas que podrían ayudar a disminuir la tasa de siniestros. Estas propuestas iban dirigidas al Área de Movilidad del Ayuntamiento para que las incluyera en los planes de mejora de la red viaria.
Un año después, los agentes de Atestados han analizado los resultados. Tras estas actuaciones, que afectan principalmente al reasfaltado y la señalización, los accidentes se han reducido en la Carretera Azucarera-Intelhorce, la avenida Blas Infante y las calles Padre Andrés Llordén, Diderot y Alcalde José Luis Estrada.
La Carretera Azucarera-Intelhorce es la que ha experimentado un mayor descenso. La propuesta de mejora consistió en adecentar el asfalto, muy maltrecho por el constante paso de vehículos pesados. Aunque aún no se han concluido los trabajos de remodelación de la vía, la cifra de accidentes ha bajado de 129 a 94.
Le sigue la calle Padre Andrés Llordén, que es el tramo urbano de la autovía de Campanillas (A-357) que discurre entre la Ciudad de la Justicia y el Centro de Transporte de Mercancías (CTM). Como propuso la Policía Local, se instalaron señales verticales de limitación de velocidad y de tráfico congestionado. Hubo 24 accidentes menos en esta vía.
La avenida Blas Infante -el tramo de la A-357 entre la Ciudad de la Justicia y la plaza Manuel Azaña- también experimentó una fuerte caída de la siniestralidad gracias a las obras de reasfaltado y el refuerzo de la señalización vertical. Los accidentes se han reducido de 72 a 52 en un año.
La intersección entre las calles Diderot y Hermanas Brontë, en el polígono Guadalhorce, ha registrado tres accidentes menos tras el cambio de ubicación de las señales de Stop. El mismo descenso se ha producido en la calle Alcalde José Luis Estrada (Carlinda), donde se ha colocado un paso peatonal elevado.
Las calles con más accidentes
Mientras que estas cinco vías han desaparecido de la lista de puntos negros, el informe de 2009 recoge otros diez tramos peligrosos que han registrado índices de accidentalidad por encima de la media, tras clasificar las calles en función de sus características y el tráfico que soportan.
Como ya informó SUR el pasado domingo, las cinco primeras son Camino de San Rafael (75 siniestros), la avenida de Molière (56), la plaza Manuel Azaña (43), la avenida Duque de Ahumada (38) y la plaza de la Solidaridad (32). A éstas se suman la plaza de la Marina (31), el bulevar Louis Pasteur (29), la calle Hilera(28), el puente de Armiñán (19) y la calle San Quintín (10), que es una adyacente a la plaza de Bailén.
El informe contempla un descenso del 8,3% de los accidentes en suelo urbano. Se han producido 528 percances menos que en 2008, lo que sitúa la tasa de siniestros en cotas similares a 2002. Los fallecidos han descendido de 17 a 14, y se han registrado cien heridos menos.
