El Ayuntamiento aprueba el Plan de Movilidad que se marca como objetivo reducir el tráfico en un 24%
El texto plantea una serie de medidas para potenciar el transporte público como la implantación de una red para un medio de transporte mixto entre tranvía y autobús
25.02.11 - 13:50 -
Con su aprobación inicial en la Junta de Gobierno Municipal, el equipo de gobierno local ha dado esta mañana el primer paso administrativo para tramitar el nuevo Plan de Movilidad de la ciudad, un documento cuya elaboración ha costado 150.000 euros -de los que la Junta de Andalucía ha sufragado el 20%- y que pretende evitar que los niveles de tráfico sigan aumentado de aquí al año 2025. Para ese horizonte temporal, el plan confía en que la circulación se haya reducido en un 24% de media en la ciudad, lo que supondrá un ahorro en combustible de 600 millones de euros al año, respecto a las cantidades actuales.
El plan plantea una serie de medidas para potenciar el transporte público en detrimento del vehículo privado cuyo coste todavía no se ha fijado pero que pasan, entre otras cuestiones, por la creación de aparcamientos disuasorios en el extrarradio del casco urbano, y la implantación de una red para un medio de transporte mixto entre tranvía y autobús.
Se trata del Bus Rapid Transit (BRT), un autobús articulado de dos o tres piezas, que es capaz de transportar a 180 pasajeros y que circula por una doble plataforma reservada, con frecuencias de paso de entre tres y cinco minutos. Sus niveles de servicio son muy similares a los de un tranvía, pero cuesta cuatro o cinco veces menos que éste, y diez veces menos que el metro. Además, el periodo de realización es muy inferior al del metropolitano en superficie o soterrado, ya que puede ejecutarse en unos cinco años.
No obstante, el concejal de Movilidad, Juan Ramón Casero, ha reconocido que el éxito de todas estas medidas pasan por la aplicación de una política tarifaria común que haga realmente atractivo a los malagueños -sobre todo a los que residen en la corona metropolitana- dejar el coche en casa para desplazarse a su lugar de trabajo o de ocio.
"Habrá que hacer un estudio económico sobre los costes de inversión y la aplicación de una tarifa única para todos los elementos que comprende este plan, de tal forma que, con un solo precio, un ciudadano pueda dejar su vehículo en un aparcamiento disuasorio para tomar un autobús, un metro o el BRT", ha apuntado Casero, quien ha añadido que otra de las cuestiones a potenciar para que el plan funcione es que ofrezca tiempos de desplazamiento menores a los del vehículo privado. De igual modo, se seguirán tomando medidas por parte del Ayuntamiento para restringuir el tráfico privado en determinados ámbitos del corazón de la ciudad.
"Esto supone un cambio de escenario total respecto a lo actual, que costará trabajo, pero estamos convencidos de que es la mejor manera de hacer de Málaga una ciudad más amable, segura y transitable", ha destacado el edil de Movilidad, al tiempo que ha recalcado que el plan, que podrá ser examinado por ciudadanos y objeto de alegaciones y propuestas vecinales durante tres meses, "no supone demonizar el uso del coche". "El vehículo privado no va a desaparecer, se usará para lo que realmente resulte útil", ha añadido.
Según el Gobierno municipal, el modelo actual de movilidad urbana en Málaga está agotado. Esta afirmación se apoya en que, en los últimos 15 años, el parque automovilístico ha crecido seis veces más que la población. Además, el número de residentes por vivienda ha decrecido un 16,8% en ese periodo de tiempo, mientras el de vehículos por casa ha aumentado un 14,8%. El Plan de Movilidad pretende que, en el año 2025, circulen por la ciudad los mismos coches que lo hacen hoy, para romper la tendencia de "una motorización privada que va creciendo desaforadamente", ha dicho Casero.
Urbanización de Sánchez Blanca
Por otro lado, la Junta de Gobierno Local ha aprobado inicialmente el proyecto de urbanización de la zona de Sánchez Blanca, unos terrenos existentes entre la barriada de Los Prados y la de Intelhorce que suman unos 660.000 metros cuadrados. En ellos está prevista la construcción de 3.443 viviendas de las que 1.102 serán de protección oficial.
El concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, ha mostrado su confianza en que este trámite suponga que los promotores de este nuevo barrio pretenden empezar sus obras en un plazo no muy lejano pese a la crisis actual. Solo el coste de la urbanización está valorado en 39 millones de euros, a materializar en un plazo de dos años y medio.
El desarrollo de Sánchez Blanca está ligado a un convenio urbanístico que se remonta al año 2004 y del que el Ayuntamiento tiene todavía por cobrar 28 millones de euros. Díaz ha informado de que ese dinero se reclamará a las promotoras cuando se apruebe el proyecto de reparcelación, un trámite que podría haberse hecho en paralelo al de urbanización pero que todavía no se ha ejecutado, por lo que no está claro cúando llegará ese dinero.
