domingo, 20 de febrero de 2011

El ejemplo de una obra mal planificada (Málaga Hoy)

El ejemplo de una obra mal planificada

El Ayuntamiento aplaza el final de la reurbanización de la calle Cuarteles a mediados de junio · Ello supondrá que el proyecto se alargue más de dos años desde que se inició

S. Sánchez / Málaga | Actualizado 18.02.2011 - 01:00
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Dos peatones pasan por la calle Cuarteles, junto a la zona aún en obras.

Rousseau dijo de la paciencia que es "amarga, pero sus frutos son dulces". De su amargura saben bien los vecinos y comerciantes de la calle Cuarteles, testigos directos desde hace más de tres años de una obra sin fin, que ha tenido levantadas sus aceras y cuyo final parece, ahora, verse en el horizonte. El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga, Manuel Díaz Guirado, se comprometió ayer con los afectados por las últimas fases de la reurbanización, que la tarea estará culminada a mediados del próximo junio. Un extremo que, de cumplirse, supondrá que el Consistorio se habrá demorado algo más de dos años en adecuar un pequeño tramo de poco más de 310 metros de longitud.

La obra de la calle Cuarteles, afectada por no pocos avatares, ha puesto de manifiesto la mala planificación de la Gerencia de Urbanismo. Muestra de ello es que una intervención que iba a prolongarse apenas seis meses y que iba a costar 423.000 euros, va a alargarse más de dos años y a costar más de 1,1 millones de euros. ¿Por qué? Básicamente porque el proyecto inicialmente diseñado por el Ayuntamiento para mejorar las condiciones de la vía y ampliar sus aceras no se ajustaba a las necesidades reales, constatadas sobre el terreno.

Esta circunstancia hizo que la partida que inicialmente se solicitó al primer plan de los fondos estatales (Feil), de 423.000 euros, sólo sirviese para actuar sobre un pequeño tramo de varias decenas de metros, teniendo que aplazar el resto a fases posteriores. Y son justamente éstas a las que ahora se da forma.

Tras asumirse el error, el equipo de gobierno del PP volvió a demandar ayuda económica del segundo Plan Zapatero, del que ha obtenido casi 529.000 euros (la obra fue adjudicada en 489.948 euros), aunque con ese dinero tampoco se ha podido actuar sobre el resto de la vía. A todas estas vicisitudes se añade, hace apenas una semana, la imposibilidad de la empresa Imaga, constructora a la que se adjudicó la segunda etapa del proyecto, de continuar con los trabajos dadas sus dificultades económicas.

Ante este escollo, Urbanismo aceptó la propuesta de la firma de ceder la intervención a otra empresa, López Porras, que desde el pasado lunes asume la tarea de finalizar la reurbanización de la acera norte de la calle Cuarteles. Queda pendiente aún la acera sur, entre el cruce de la calle Montalbán con Pasillo del Matadero, con un coste próximo a los 236.000 euros.

Díaz Guirado acudió ayer, como la semana anterior había prometido, a un encuentro con una veintena de vecinos y comerciantes de la calle, cita a la que asistieron también los responsables de López Porras y el director de la obra. La principal conclusión que se extrajo del encuentro es el compromiso de que las dos partes aún por culminar estén listas para el 15 de junio próximo.

"Vamos a poner a todo el personal que se necesite para terminar las obras", comentaba ante los vecinos uno de los responsables de la constructora, que incluso habló de desarrollar la actuación en la acera sur cuando el procedimiento de contratación sigue abierto. Sobre ello, responsables de Urbanismo apuntaron que se trató de un comentario propio de la constructora y que no existe una decisión tomada respecto a qué empresa se encargará de esta última fase. En este sentido, indicaron que han invitado al concurso tres firmas, a la propia López Porras, Bonifacio Solís e Ielco, estando previsto hoy el fallo de la mesa de contratación.

Lo que sí parece claro, conforme a lo explicado por el director de la obra, es que en las dos fases pendientes se irán desarrollando a la par. En una de ellas, la norte, se irá culminando el hormigonado de las aceras y del carril bus, y en la otra, la sur, se desarrollarán los desvíos de servicios necesarios. Este nuevo escenario fue asumido con no poca resignación por los vecinos y comerciantes, a los que no les queda más que volver a armarse de paciencia casi cuatro meses más.