Rebelión vecinal en contra de la reforma de la Merced
Dicen que el Ayuntamiento no les ha pedido opinión. Rechazo total a que la plaza pierda su altura. Temen que el proyecto lleve a la pérdida de identidad del recinto
JAVIER GARCÍA RECIO. MÁLAGA Los vecinos y comerciantes de la plaza de la Merced y su entorno estaban esperando a que algún representante público les preguntara para expresar su opinión de lo que conocen del proyecto de remodelación, anunciado recientemente por el equipo de gobierno del Ayuntamiento.
Y la ocasión se la dio ayer el PSOE, que reunió en la plaza a vecinos y comerciantes y estos fueron claros y contundentes: rechazan totalmente lo que ha trascendido del proyecto de remodelación, que a su entender supone que se pierdan las señas de identidad de una plaza "única" en Málaga por su configuración arquitectónica, su estructura y su morfología.
De manera general, los vecinos critican que el Ayuntamiento no haya contado con su opinión para definir el proyecto de reforma de esta céntrica plaza. Varios representantes vecinales y comerciantes señalaron ayer que no han sido informados para nada de la actuación prevista. "Sólo sabemos lo que han publicado los medios de comunicación", se quejaban.
Un elemento sobre los demás concita el rechazo unánime: el que la plaza pierda su nivel y se queda a la misma altura que las calles que la circundan. Los vecinos no quieren ni oír hablar de esto, exigen que la plaza mantenga su altura.
El miedo de los vecinos y comerciantes es que si la plaza pierde su altura se convierta en una enorme terraza para bares y cafeterías.
Gráficamente expresaba este rechazo María José Soria, presidenta de la asociacion Centro Antiguo, al señalar: "No queremos una plaza como la del Obispo, o la de Las Flores, llena de terrazas pero donde los vecinos no pueden disfrutar o los niños jugar".
Bajar la plaza a nivel de la calzada conllevaría "perder su personalidad". La presidente de la asociación vecinal de Plaza de La Merced, María Teresa Repiso, era clara: "Estamos en desacuerdo total, queremos que se respete su estructura, su morfología; si pierde su nivel, pierde su gracia y su estilo, su seña de identidad, que es histórica y la convierte en una plaza única".
Repiso señaló además que también rechazan que se pierdan los aparcamientos, "que son aparcamientos de residentes".
La plaza, a su entender, necesita cuidado, mantenimiento y una buena reforma, pero no a costa de "quedar desfigurada".
Por ello dio un aviso a los responsables políticos. "Nosotros no vamos a quedarnos sin hacer nada como ha sucedido con los vecinos de otras plazas; nosotros no estamos de acuerdo con el proyecto municipal sobre la plaza y si hay que luchar, lucharemos".
Otros comerciantes, como Modesto Espejo, resaltaban también cómo el proyecto haría desaparecer la carga y descarga. Se trata, a su entender, "de un proyecto de alguien que no sabe ni pasea por aquí". Juan Manuel Cruz, de la librería Rayuela Idiomas, era especialmente crítico. "Lo que conocemos es un proyecto insensato, una aberración que puede suponer la desaparición de la plaza con su singularidad actual", concluyó.
