Los árboles de Málaga sólo absorben un 10% de las emisiones de CO2
Un informe del Observatorio Provincial de Sostenibilidad advierte de que harían falta 9,63 provincias con la vegetación actual para neutralizar los gases contaminantes
R. Garrido / Málaga | Actualizado 27.01.2011 - 01:00
Tráfico en la Alameda Principal de la capital malagueña.
Con la superficie total de árboles que hay plantados en toda la provincia de Málaga, apenas tienen capacidad para absorber una décima parte de los 9,45 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2), más conocidos como gases de efecto invernadero, que por culpa del tráfico rodado y el consumo eléctrico se emiten cada año a la atmósfera. Para poder neutralizar tal cantidad de contaminación, harían falta 9,63 provincias con las mismas condiciones de vegetación que hay en la actualidad. La expansión abusiva del urbanismo en los últimos años no ha hecho más que empeorar esta situación, ya que se calcula que desde el año 1999 hasta 2007 se ha perdido una superficie de masa boscosa equivalente a 681 campos de fútbol.
Es la huella de carbono de la provincia según el informe que ha realizado el Observatorio Provincial de Sostenibilidad, dependiente de la Diputación de Málaga, y que constata de nuevo que "en pleno escenario de crisis apenas se ha reducido la presión ambiental en la provincia y la radiografía sigue siendo preocupante", dijo ayer el diputado de Medio Ambiente, Miguel Esteban Martín. Sobre todo en lo que a la pérdida de suelo se refiere. El estudio advierte del alto riesgo de insostenibilidad de Málaga debido a la gran transformación que ha sufrido el suelo del tradicional uso agrícola y forestal al artificial. Más de 10.000 hectáreas de suelo se ha perdido en la provincia desde 1999 en favor de las miles de viviendas que se han construido hasta que la crisis trajo consigo un parón en seco del sector de la construcción.
La peor parte se la lleva la Costa del Sol occidental que como consecuencia de esa invasión masiva de la masa forestal y agrícola ha transformado casi el 66,6% de su superficie. La prueba más reveladora, según el informe de sostenibilidad, es que casi la mitad del suelo situado en el primer kilómetro de costa de la provincia está invadido. Es lo que el diputado provincial de Medio Ambiente considera "la enorme resaca de la borrachera urbanística que hemos sufrido en los últimos 15 años en los se ha litoralizado casi toda la costa". La progresiva pérdida de suelo ha provocado, a su vez, que el 45% de la provincia esté afectada por graves problemas de erosión con la consiguiente repercusión en la biodiversidad.
Lo positivo, según el estudio, es que la crisis está detrás del descenso que se ha producido en la emisión de gases contaminantes por habitante al pasar de 6,34 toneladas equivalentes por habitante en 2007 a 5,95 en 2009. También ha descendido el consumo de energía eléctrica final en un 8%, al igual que los hidrocarburos. La generación de residuos también ha disminuido un 16% debido al parón de la actividad económica.
Es la huella de carbono de la provincia según el informe que ha realizado el Observatorio Provincial de Sostenibilidad, dependiente de la Diputación de Málaga, y que constata de nuevo que "en pleno escenario de crisis apenas se ha reducido la presión ambiental en la provincia y la radiografía sigue siendo preocupante", dijo ayer el diputado de Medio Ambiente, Miguel Esteban Martín. Sobre todo en lo que a la pérdida de suelo se refiere. El estudio advierte del alto riesgo de insostenibilidad de Málaga debido a la gran transformación que ha sufrido el suelo del tradicional uso agrícola y forestal al artificial. Más de 10.000 hectáreas de suelo se ha perdido en la provincia desde 1999 en favor de las miles de viviendas que se han construido hasta que la crisis trajo consigo un parón en seco del sector de la construcción.
La peor parte se la lleva la Costa del Sol occidental que como consecuencia de esa invasión masiva de la masa forestal y agrícola ha transformado casi el 66,6% de su superficie. La prueba más reveladora, según el informe de sostenibilidad, es que casi la mitad del suelo situado en el primer kilómetro de costa de la provincia está invadido. Es lo que el diputado provincial de Medio Ambiente considera "la enorme resaca de la borrachera urbanística que hemos sufrido en los últimos 15 años en los se ha litoralizado casi toda la costa". La progresiva pérdida de suelo ha provocado, a su vez, que el 45% de la provincia esté afectada por graves problemas de erosión con la consiguiente repercusión en la biodiversidad.
Lo positivo, según el estudio, es que la crisis está detrás del descenso que se ha producido en la emisión de gases contaminantes por habitante al pasar de 6,34 toneladas equivalentes por habitante en 2007 a 5,95 en 2009. También ha descendido el consumo de energía eléctrica final en un 8%, al igual que los hidrocarburos. La generación de residuos también ha disminuido un 16% debido al parón de la actividad económica.
