El Ayuntamiento finaliza una guía de movilidad urbana
Se repartirá en este primer trimestre a cada una de las áreas municipales y a los constructores malagueños
MATUCHA GARCÍA. MÁLAGA Lograr un entorno más accesibles redunda en general en beneficio de toda la población. Pequeñas indicaciones clave a la hora de realizar plazas, construcciones y colocar mobiliario urbano pueden dibujar un antes y un después en la accesibilidad de un territorio.
Con el objeto de dar a conocer estas sencillas pautas que muchas veces no se aplican por desconocimiento y que, sin embargo, generan un aumento más que considerable de la calidad de vida de las personas con discapacidad física, sensorial o de movilidad reducida, el Ayuntamiento de Málaga ha elaborado la ´Guía de mobiliario urbano accesible´ que ya ha finalizado tras más de un año de intenso trabajo.
Así lo explica el concejal de Accesibilidad del Consistorio malagueño, Raúl López, que incide en que ha sido un trabajo participado por parte de numerosas áreas como Urbanismo, Tráfico y Movilidad o el Cemi (Centro Municipal de Informática). "Las aportaciones de estos departamentos han sido vitales. Las últimas contribuciones las ha entregado Urbanismo en el pasado mes", comenta.
Ahora se están realizando las labores de edición para, en el primer trimestre de este año, comenzar su distribución por cada una de las áreas municipales así como empresas constructoras entre otros colectivos, declara López.
La guía también ha recibido ya el visto bueno de la agrupación de desarrollo local compuesta por una treintena de colectivos. El documento pretende ser, sobre todo, "muy útil y visual" y recopila las distancias y características que han de tener elementos urbanos como los borlados, las marquesinas, los rebajes, la colocación de farolas, los contenedores, los bancos, la altura de los pulsadores de semáforos, construcción de medianas, escaleras, aparcamientos reservados, barandillas, el botonado de las aceras, los modelos de fuentes y un largo etcétera.
El contenido. "Si se colocan las farolas en el centro del paso se impide la libre circulación. Los buzones, papeleras y contenedores accesibles han de estar a 0,90 de altura para que una persona en silla de ruedas pueda utilizar estos elementos. De todos los bancos que se colocan en un paseo debe haber determinados con respaldo. Todos los bolardos no sirven tampoco, han de estar separados para que quepa una silla y deben tener una altura concreta. El cristal de las marquesinas debe ir hasta el suelo o tener un espacio de aire mínimo por abajo para que sea detectado por el bastón de una persona ciega", explicó el edil. "Por desconocimiento algunos árboles se colocan en el mismo centro del espacio, no respetando el mínimo de 1,20 libre, lo que dificulta el paso", precisa.
