domingo, 13 de diciembre de 2009

En qué estarían pensando (La Opinión de Málaga)

En qué estarían pensando

La oposición en el Ayuntamiento de Málaga no fue capaz de irritar al alcalde en el debate del estado de la ciudad a pesar de haberle hostigado casi hasta el límite

 
Nueva casa para el PSOE. Los socialistas han remozado su sede provincial, la de la calle Fernán Núñez, después de varios meses de obras y alguna que otra piedrecita en el camino puesta por Urbanismo. Ya tienen su nueva casa y nada les impide ahora tomar decisiones atrasadas.
Nueva casa para el PSOE. Los socialistas han remozado su sede provincial, la de la calle Fernán Núñez, después de varios meses de obras y alguna que otra piedrecita en el camino puesta por Urbanismo. Ya tienen su nueva casa y nada les impide ahora tomar decisiones atrasadas.  C. Criado

No es lo mismo ganar un partido cuando eres el máximo e indiscutible favorito que hacerlo de manera inesperada, tal vez hasta para ti mismo. Incluso con dudas entre tus propios compañeros acerca de tu momento de forma. En otras palabras, no debe vivir igual un triunfo el Barcelona en el campo del Xerez que el Xerez en el campo del Barcelona. Y eso, salvando las distancias, fue lo que pasó el jueves en el debate sobre el estado de la ciudad, en el que el alcalde, Francisco de la Torre, no sólo no perdió, sino que ganó, salió reforzado contra pronóstico y se garantizó, al menos, una Navidad tranquila. Y victoriosa.
En cualquier otro año, la crónica de una victoria del equipo de gobierno en este debate habría sido lógica, pero no en éste. Precisamente en éste, De la Torre se presentaba como un objetivo sencillo para la oposición municipal después de un buen trabajo de hostigamiento previo –ayudado, eso sí, por errores propios, como el lío de los contratos menores y la dimisión del concejal Manuel Marmolejo–. Pero cuando parecía que la faena estaba encarrilada, que no resultaría muy complicado hacer que el alcalde se tambaleara un poco, incluso un mucho, resulta que la oposición falló el penalti. Y por mucho.
Entre los reproches del PSOE a la "falta de consenso" del equipo de gobierno –¿no sabe su portavoz, Rafael Fuentes, que el PP tiene mayoría absoluta y que el consenso no le hace falta para nada?– y el tiempo perdido por IU en recordar promesas no cumplidas de De la Torre en debates de otros años, se fue un trecho del parlamento. Los del PP se frotaban las manos, porque esperarían una ofensiva acorde con los movimientos de los días anteriores, centrada más en los escándalos, temas siempre muy jugosos para toda oposición que se precie y muy incómodos para todo gobierno que gobierna. Pero nada sucedió así. El manual dice que los debates sobre el estado de lo que sea –la nación, la autonomía o la ciudad– deben centrarse normalmente en uno o dos temas polémicos, porque es imposible un análisis exhaustivo y completo de toda la labor de un año. Consecuentemente, resulta improductivo hacer un repaso general, como hizo el portavoz de IU, Pedro Moreno Brenes, porque quien mucho abarca, poco aprieta. Pero así sucedió. El alcalde se fue encontrando más cómodo a medida que avanzaban los discursos, y terminó sus turnos de intervención claramente relajado, sabiéndose vencedor y por tanto a salvo de lo que podría haber sido un debate muy duro para él. En qué estarían pensando los grupos de la oposición no se sabe, pero hay veces que la pelota no quiere entrar.
Esto sigue. A pesar del fallo, el PSOE tiene muy claro que va a seguir con su labor de desgaste. Ya ha centrado sus miras en otro miembro del equipo de gobierno que sustituirá a Marmolejo en el blanco de sus críticas. Y dicen que jugarán duro. joaquinmd@epi.es