Un debate sobre el estado de Málaga sin sustancia
11.12.09 - 02:29 -
«¡Adelante Málaga!». Con esta expresiva y optimista frase el alcalde, Francisco de la Torre, puso ayer punto y final a las cuatro horas y diez minutos que duró el sexto debate del estado de la ciudad. Una sesión extraordinaria anodina, sin sustancia, marcada por los asuntos económicos, de discursos reiterativos, en la que no hubo anuncios de nuevos proyectos como en ediciones anteriores y donde, en ocasiones, se habló más de política nacional y autonómica que de lo que sucede día a día en el municipio. El guión previo se cumplió: el equipo de gobierno del PP defendió su gestión y minimizó las polémicas que le han afectado en las últimas semanas, mientras que la oposición insistió en que el modelo popular está agotado y en su fase final, y que la capital necesita «un cambio de timón».
Como le sucedió en debates anteriores, el alcalde volvió a caer en el relato minucioso y prolijo en detalles numéricos de las actuaciones desarrolladas por cada una de las área de gobierno. Ello permitió conocer, por ejemplo, que en este año el teléfono 092 de la Policía Local recibió 156.000 llamadas. En su intervención ante un salón de plenos que empezó llenó en el inicio y quedó menguado al final, Francisco de la Torre detalló la que, a su juicio, debe ser la hoja de ruta por la que debe continuar el desarrollo de Málaga en la próxima década, lo que denominó «las cuatro tes para el avance: tecnología, transportes, turismo y trabajo».
¿Anuncios? El regidor rescató un proyecto en su momento desechado por su alto coste económico, la adquisición del edificio de los antiguos Astoria y Victoria para equipamiento cultural y lo vinculó al proyecto de remodelación de la plaza de la Merced; avanzó que el próximo año se cambiarán los contenedores en superficie de la ciudad; reveló que impulsarán un plan para dinamizar el sector del sector servicios con ayudas al comercio, la modernización y mejora de los polígonos y el desarrollo vigoroso de oficinas dotadas con la más alta tecnología para favorecer la instalación en ellas de empresas; y, en contra de los sostenido hasta ahora, mostró la voluntad municipal de ayudar a la Junta en la operación urbanística para adquirir los suelos de Arraijanal.
Las obras del bulevar, pronto
El alcalde mostró su confianza en aprobar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) antes de septiembre del próximo año y reiteró que los suelos ganados al soterramiento de las vías del tren y sobre los que se prevé construir una gran avenida son de titularidad municipal. «El bulevar se construirá y las obras comenzarán más pronto que tarde. Espero que la reunión del día 18 con responsables de la Junta y Adif dé frutos inmediatos, pero en cualquier caso la posición del Ayuntamiento es firme y no puede consentir que los malagueños tengan que soportar aún más costes por la voracidad especulativa de las entidades públicas dependientes del Ministerio de Fomento», advirtió.
De «magnífica» calificó Francisco de la Torre la gestión de su equipo de gobierno del que dijo sentirse «orgulloso» y criticó que a la oposición: «Les molesta lo que hemos hecho». El regidor hizo hincapié en la transparencia con la que actúan y que en lealtad con otras instituciones el Ayuntamiento les gana «por goleada». Respecto a los últimos casos polémicos (Marmolejo, contrataciones en Campanillas, Teconsa o centro hispano ruso), manifestó que se había actuado correctamente en todo momento.
«Pese a todas las dificultades económicas que hoy nos puedan embargar, el futuro de Málaga no es sólo prometedor; es francamente espléndido siempre que esta afirmación no la hagamos desde la complacencia, sino desde el conocimiento de nuestras fortalezas y el compromiso de trabajar de modo constante e inteligente en los ejes fundamentales por los que apostamos», aseveró.
Argumentos y exposiciones que no convencieron ni a a PSOE ni a IU, que le reprocharon al PP su falta de proyectos y de liderazgo. En sus turnos de réplica y contrarréplica se cruzaron reproches mutuos. El portavoz socialista, Rafael Fuentes, le recriminó al alcalde que en su intervención hubiera hablado «más como un contable que como un gobernante».
Fuentes hizo un relato sobre las propuestas presentadas por su grupo este año en el Ayuntamiento, 721, y definió así el estado de la ciudad: «Málaga está sumida en una burbuja de desánimo y desconfianza». Fue el paso previo para entrar en la descripción de las once polémicas que han salpicado a los populares en el Consistorio en estos meses: «Su gestión ha estado marcada por los escándalos, que le están pasando factura».
Mano tendida
Tras criticar la gestión económica y urbanística, la escasa apuesta por el transporte público o la disminución de las coberturas sociales, el dirigente socialista le pidió al alcalde que «entierre el hacha de guerra» y abandone «el autoritarismo y el victimismo». En este punto le tendió la mano «por enésima vez» y le planteó un Pacto por la Sostenibilidad en el que en el marco de la Fundación Ciedes -donde están representadas las instituciones y agentes de la ciudad-, se cree una comisión de trabajo en la que, desde el consenso, se establezcan las actuaciones necesarias para que un modelo económico sostenible sea una realidad tangible.
Por su parte, el portavoz de IU, Pedro Moreno Brenes, -el único que no llevó el discurso escrito, sólo un pequeño guión-, basó su intervención en hacer preguntas, unas directas y otras retóricas, al alcalde sobre la gestión de cada una de las áreas de gobierno, y acusó a De la Torre de actuar con falta de transparencia y de espaldas a los intereses de los ciudadanos.
Sobre el discurso del regidor, Moreno Brenes dijo: «Ha sido como las viejas oposiciones a cátedra, mucho autobombo y crítica a otros para reforzarse en sus planteamientos».
Uno de los momentos más tensos de la sesión se produjo durante la intervención de la portavoz del PP, Carolina España, que tachó de «poca vergüenza» la actitud que en algún asunto han mantenido los concejales socialistas sobre propuestas del PP. Minutos después pidió disculpas y que sus afirmaciones no se recogieran en el acta.
España contraatacó a las críticas de la oposición de que la ciudad está paralizada, denunciando los incumplimientos de las administraciones gobernadas por los socialistas -Junta y Gobierno central- con Málaga en proyectos que no avanzan como el bulevar, la autopista de las Pedrizas, el macrohospital, el «boicot» a los fondos europeos o el museo del transporte en el Campamento Benítez y acusó a los ediles socialistas de ser cómplices en este «freno» al desarrollo de la ciudad.
La portavoz popular arremetió contra la política discriminatoria de la Junta con Málaga respecto a otras capitales andaluzas, defendió la transparencia con la que trabaja el equipo de gobierno del PP y contrapuso que mientras los ediles de este partido salpicados por ilegalidades dimiten, en el PSOE no lo hacen.
