lunes, 28 de septiembre de 2009

El vandalismo le cuesta al Consistorio 342.500 euros (La Opinión de Málaga)

El vandalismo le cuesta al Consistorio 342.500 euros

Entre las zonas más maltratadas, el Centro Histórico, Pedregalejo, Las Virreinas, y Los Corazones

 
 
 

MIGUEL FERRARY. MÁLAGA Raro es el día en el que no se registra un acto vandálico en la ciudad. O bien se trata de quemar contenedores o de destrozar papeleras que, irónicamente, son ´antivandálicas´. De hecho, una rápida cuenta a los datos aportados por el área de Medio Ambientes descubre que en la ciudad se destrozan diez contenedores y 31 papeleras a la semana de media.
El resultado de este afán destructivo sobre el mobiliario urbano es más grave de lo que pueden representar las cifras frías. Ahora que tanto se habla de la crisis y la austeridad económica, el coste de la reposición de material empieza a pesar mucho más. Cada contenedor quemado o destruido supone la obligación de comprar otro para reponerlo. Es decir, que Medio Ambiente desembolsa unos 800 euros por unidad. En el caso de las papeleras, algo menos, unos 60 euros. Pero también es verdad que la ´mortalidad´ entre éstas es mucho mayor.
Esta circunstancia lastra las cuentas municipales con una losa importante. Para hacernos una idea, cada semana se necesita de una inversión de 9.800 euros para volver a adquirir ese material. Eso se traduce en 342.500 euros en los ocho primeros meses del año.
El afán destructivo de unos pocos vándalos no conoce muchos límites, aunque sí que sabe de épocas. La concejala de Medio Ambiente, Araceli González, recalca que los momentos de mayor virulencia coinciden con las fechas de grandes eventos. Por poner un ejemplo, agosto suele ser un mes especialmente complicado por culpa de la Feria y los excesos etílicos a los que va asociada.
La Navidad, la Semana Santa, la festividad de San Juan y el final de los exámenes son otros hitos en los que el mobiliario urbano suele ser objeto de una especial atención por parte de los vándalos.
Entre los contenedores, las principales víctimas son aquellos que tienen una capacidad de 1.000 litros de basura orgánica, ya que son los más comunes. Entre enero y agosto se han destruido 172, lo que supone la mitad de los 341 destruidos en ese periodo.
También son muy populares los de 3.200 litros de capacidad, con un pedal para abrir la tapa, de los que se han repuesto 89 en los ocho primeros meses del año.
Irónicamente, son las papeleras antivandálicas las que sufren un mayor número de bajas en esta desigual batalla contra los actos vandálicos. Ya se han perdido 1.162 en lo que llevamos de año, en especial en junio y agosto, cuando se destruyeron 341 y 254 unidades, respectivamente.

Zonas

La concejala de Medio Ambiente destacó que cada vez es más difícil determinar las zonas más afectadas, aunque destacó que el Centro suele ser blanco de un número importante de ataques. En este sentido, aseguró que existe "un alto componente de riesgo" por parte de los vándalos, que buscan zonas donde puede que haya policías o sean más visibles.
Una práctica que en los últimos meses se está explotando son los recorridos destructivos de uno o varios de estos vándalos. "Hay quien empieza en un barrio y va recorriendo las calles quemando o destrozando contenedores y papeleras", indica Araceli González, quien relató un caso "que comenzó en la Carretera de Cádiz y terminaron en el Cerrado de Calderón, donde fueron detenidos por la Policía". En ese recorrido se dedicaron a destruir lo que pudieron.
No obstante, se podrían delimitad veinte zonas con mayor incidencia de actos vandálicos, aunque son cinco las más castigadas: Cruz Verde, Monte Pavero, Paseo de los Curas, La Corta y 4 de Diciembre. Los problemas sociales que se acumulan en estas zonas y la incidencia del botellón, ya prohibido, en el Paseo de los Curas y sus alrededores son las principales causas que derivan en el vandalismo y los daños al mobiliario público.
Pedregalejo, Las Virreinas, Parque del Sur, el entorno de Héroe de Sostoa y Los Corazones también tienen una alta incidencia de problemas, aunque en muchas ocasiones derivados de los actos de una única persona. Los Corazones es el ejemplo más inmediato de esto, con la quema de siete vehículos policiales por un individuo.

Los contenedores de plástico, un objetivo muy fácil y peligroso


La quema de contenedores de basura es uno de los actos vandálicos más clásicos. Al estar fabricados en plástico, suelen ser elementos con un alto poder de combustión. Eso los hace víctimas muy fáciles para los actos vandálicos. Las cifras así lo muestran, con 341 unidades destruidas entre enero y agosto de este año. Eso supone un importante desembolso al Ayuntamiento, ya que cada uno cuesta unos 800 euros. Durante estos ocho meses se han tenido que sustituir 172 contenedores de 1.000 litros de basura orgánica, 7 de 1.100 litros de capacidad, 8 de 2.400 litros, 89 de 3.200 litros y carga lateral, 8 iglús para la recogida selectiva de envases, 6 de papel y 51 de vidrio.
La concejala de Medio Ambiente, Araceli González, señaló que el problema de la quema de contenedores no es sólo la sustitución de estas unidades, sino que suelen afectar a todo el entorno. "También afectan a los coches que están al lado, que además de destrozarlos supone que el seguro se lo cobre al dueño en las cuotas del año siguiente", relata la edil, quien también pone de manifiesto que puede ser peligroso para los bajos, por la gran cantidad de humo que desprenden en combustión.
"Siempre pido la colaboración ciudadana para acabar con estos actos, porque hay que estar muy alerta para cogerlos con las manos en la masa, lo que es muy difícil", argumentó Araceli González, quien recalcó que las cifras de destrozos se mantienen parecidas de un año a otro y que es necesaria una mayor educación ciudadana para erradicarlo.

Las primeras condenas llegan por hacer pintadas


Las pintadas son una plaga para la ciudad, realizando unas 300 intervenciones anuales para eliminarlas, lo que supone un coste de unos 500.000 euros al año en la limpieza de las fachadas. Además de los 16 detenidos en lo que llevamos de año, el principal avance en la lucha contra los grafitis se consiguió en junio con la primera condena contra los dos primeros grafiteros, cada uno con 25 años de edad, por una pintada realizada en los jardines de la Alcazaba, por lo que fueron detenidos por la Policía Local con ´las manos en la masa. Esta sentencia supuso un paso adelante para la lucha contra estas actuaciones. La condena ascendió a una multa de 417 euros y 9 días de trabajos sociales.

Agua a presión en dos campañas al año

Medio Ambiente pone en marcha dos campañas anuales para eliminar los carteles que se van colocando a lo largo de los días en determinadas paredes y forman grandes bloques. El coste de estas campañas ronda los 60.000 euros y consiste en que un operario de Limasa acuda con una pistola de agua a presión para despegar los carteles

Más de 1.000 papeleras destrozadas en 8 meses


El Ayuntamiento lleva gastados unos 70.000 euros desde principios de año para reponer las 1.162 papeleras antivandálicas que han sido destrozadas o estaban muy dañadas entre enero y agosto. El coste de cada una de estas papeleras ronda los 60 euros. El mes de junio fue el que registró un mayor número de pérdidas con 341 en los 30 días de ese mes. Además, destacó el mes de agosto con 254 unidades destruidas, mientras que fueron 174 en julio, 149 en mayo y 109 en enero. En el resto de los meses se registraron cifras más bajas, con 12 en febrero, 43 en marzo y 80 en abril.