Restos del 'botellón' convierten el monte Gibralfaro en un vertedero
Montones de basura se acumulan en la ladera de esta zona periurbana en la que desde ayer por la tarde están actuando los servicios de Parques y Jardines
Raquel Garrido / Málaga | Actualizado 24.09.2009 - 01:00
Aún no ha terminado la temporada de riesgo de incendios forestales y una de las laderas del monte Gifralfaro de la capital malagueña constituye un polvorín al haberse convertido en un improvisado vertedero. Cientos de botellas, vasos y bolsas conforman el paisaje de este parque periurbano, en el que los jóvenes se suelen concentrar a hacer botellón para huir de la prohibición del Ayuntamiento de Málaga de hacerlo en toda la ciudad.
El paisaje es dantesco y la propia concejal de Parques y Jardines, Teresa Porras, reconoció ayer desconocer la situación en la que se encuentra el monte. "Es una zona periurbana que no tiene el mismo mantenimiento que el resto de las zonas verdes de la ciudad, pero la última vez se limpió en agosto", señaló.
La culpa de esta situación, según la edil, la tiene "la falta de civismo de los que se concentran allí para beber y es responsabilidad de todos inculcarles la obligación de mantenerlo limpio porque si no poco podremos hacer nosotros".
La prohibición de hacer botellón en el Paseo de los Curas ha hecho que muchos jóvenes busquen nuevos puntos de encuentro para escapar de la vigilancia policial. La zona del monte Gibralfaro y Mundo Nuevo es uno de ellos.
Pero el director del área de Juventud del Ayuntamiento de Málaga, Mario Cortés, se defiende y asegura que la Policía Local patrulla cada noche esta zona pie, en moto y hasta a caballo para evitar que se convierta en un improvisado botellódromo. Muchos jóvenes ya han sido denunciados, según Cortés, lo que "no puede hacer la Policía Local es llevarse también la basura de allí".
Al ser una zona de difícil acceso y alejada del núcleo urbano, el área de Parques y Jardines tiene programado actuar en los alrededores del monte Gibralfaro cada tres meses. Ante la situación actual en la que se encuentra, ayer mismo personal de limpieza se desplazó hasta la zona para retirar los montones de basura que se acumulan por todas partes.
El paisaje es dantesco y la propia concejal de Parques y Jardines, Teresa Porras, reconoció ayer desconocer la situación en la que se encuentra el monte. "Es una zona periurbana que no tiene el mismo mantenimiento que el resto de las zonas verdes de la ciudad, pero la última vez se limpió en agosto", señaló.
La culpa de esta situación, según la edil, la tiene "la falta de civismo de los que se concentran allí para beber y es responsabilidad de todos inculcarles la obligación de mantenerlo limpio porque si no poco podremos hacer nosotros".
La prohibición de hacer botellón en el Paseo de los Curas ha hecho que muchos jóvenes busquen nuevos puntos de encuentro para escapar de la vigilancia policial. La zona del monte Gibralfaro y Mundo Nuevo es uno de ellos.
Pero el director del área de Juventud del Ayuntamiento de Málaga, Mario Cortés, se defiende y asegura que la Policía Local patrulla cada noche esta zona pie, en moto y hasta a caballo para evitar que se convierta en un improvisado botellódromo. Muchos jóvenes ya han sido denunciados, según Cortés, lo que "no puede hacer la Policía Local es llevarse también la basura de allí".
Al ser una zona de difícil acceso y alejada del núcleo urbano, el área de Parques y Jardines tiene programado actuar en los alrededores del monte Gibralfaro cada tres meses. Ante la situación actual en la que se encuentra, ayer mismo personal de limpieza se desplazó hasta la zona para retirar los montones de basura que se acumulan por todas partes.
