sábado, 12 de septiembre de 2009

Rebelión en la plaza de las Flores contra los contenedores soterrados (La Opinión de Málaga)

Rebelión en la plaza de las Flores contra los contenedores soterrados

Más de una treintena de comerciantes y vecinos de la zona protesta contra la idea municipal de instalar esta infraestructura en la entrada desde la calle Larios

 
 
 
 
Pasaje. Vallas marcando donde irían los contenedores. 

MIGUEL FERRARY. MÁLAGA La plaza de las Flores está en pie de guerra contra los contenedores soterrados. El plan municipal de poner un segundo grupo junto a esta zona no ha gustado a los comerciantes y vecinos, que el lunes darán un escrito a Promálaga pidiendo que no se ejecuten las obras previstas.
Más de una treintena de comerciantes han firmado ya un escrito de rechazo a la instalación de los contenedores, aunque esperan que el número de apoyos aumente de forma considerable hasta el lunes, cuando está previsto que se entregue esta petición a Promálaga, que se encarga del proyecto de instalación.
La voz de alarma surgió hace poco. Las verjas colocadas por el Ayuntamiento acotando el espacio para los contenedores fue suficiente aviso. El acceso desde la calle Larios por la vía José Álvarez-Net Fonseca está prácticamente ocupado por las vallas, que cogen casi toda la fachada de la sucursal de Cajasur.
Los comerciantes argumentan que ya cuentan con un grupo de contenedores en la calle Francisco de Rioja, que conecta la plaza de las Flores con la calle Nueva y que es foco de suciedad y vandalismo.
Fuentes de los comerciantes señalan que este segundo grupo taparía la entrada a la plaza de las Flores y también afectaría a la imagen de la calle Larios. Por ello, reclaman que se busque otra ubicación para esta obra, al considerar que se están concentrando en un mismo entorno.
"De los cuatro accesos de que dispone la plaza, los dos más importantes tendrían contenedores a su entrada y otro, por la calle Arquitecto Blanco Soler, es conocido por su utilización como aseo público", insisten en su escrito al Ayuntamiento para reclamar que no se ejecuten las obras previstas.
Además, creen que podría ser hasta peligroso, ya que junto a la zona reservada hay un transformador que da servicio a parte de la calle Larios y temen que se vea afectado por la construcción del soterramiento.
La oposición a estos contenedores dispone además de los argumentos que da la experiencia con el otro grupo en la entrada por la calle Nueva. Así, los comerciantes temen que se conviertan en un basurero por la acumulación de restos en los alrededores y que su presencia anime a que se use como servicio público, tal y como ocurre con los otros y con la cabina de teléfonos situado junto a donde se quieren construir.
No obstante, Promálaga ha asegurado a los comerciantes y vecinos afectados que habían elegido esa ubicación porque pensaban que era la menos lesiva para el entorno, pero que no ejecutarían la obra si se encontraban con la oposición vecinal.