La Policía Local multa a casi 15.000 vehículos 'cazados' por los radares
El dato se corresponde con los primeros seis meses de funcionamiento de los cuatro dispositivos instalados por el Ayuntamiento · La media diaria de denuncias practicadas por los agentes es de 82
Sebastián Sánchez / Málaga | Actualizado 12.09.2009 - 01:00
Los radares fijos instalados por el Ayuntamiento de Málaga en algunas de las principales vías de la ciudad empiezan a cobrarse las primeras víctimas. La Policía Local ha interpuesto en los primeros seis meses desde la entrada en servicio de estos dispositivos, lo que ocurrió en febrero, casi 15.000 denuncias a conductores que excedieron la velocidad en las zonas controladas y que presumiblemente iban por encima de los 60 kilómetros, cuando el límite está fijado, al ser espacio urbano, en 50 kilómetros por hora.
De acuerdo con los datos aportados a este periódico por la Policía Local, entre febrero y julio de este año se han tramitado una media de 82 multas diarias. La cifra es relativamente baja si se tiene en cuenta que sólo en el primer mes de funcionamiento, según los datos aportados en su día por el área de Movilidad a este periódico, fueron cazados por encima del límite de velocidad unos 45.000 vehículos (6% del tráfico total que circuló por las zonas controladas), cifra que hasta el momento no ha sido actualizada por los responsables municipales. No obstante, si se toma como referencia esta primera cifra, la Policía Local sólo ha tramitado denuncia a 5 de cada cien vehículos pillados.
Desde el Cuerpo subrayaron que el fin de los radares no es "recaudatorio" sino el de evitar que "haya coches lanzados por determinadas vías de la ciudad". En el bajo número de sanciones, teniendo en cuenta las primeras cifras aportadas sobre el efecto de los radares, puede contribuir la compleja tramitación de estos dispositivos, ya que la fotografía que se toma del vehículo que excede el límite de velocidad ha de ser nítida y ha de permitir la identificación clara y sin duda alguna del infractor. De acuerdo con ello, es probable que muchos de los presuntos incumplimientos detectados hayan quedado en nada.
Preguntado por este asunto, el concejal de Movilidad, Juan Ramón Casero, eludió dar nueva información sobre el comportamiento de los cinemómetros, aunque sí confirmó que su departamento ha detectado una "moderación considerable de la velocidad" a la que pasan los vehículos por los puntos de control. Sin embargo, son algunos los conductores que han pisado más de la cuenta el acelerador, alcanzando dígitos impropios de circular por una ciudad. Éste es el caso de al menos una docena de individuos a los que la Policía Local ha acusado de delito ante la autoridad judicial por ir a más de 110 kilómetros por hora. El caso más flagrante de los conocidos hasta el momento es el de un coche que fue cazado por el radar instalado en la Avenida Valle Inclán a 147 kilómetros por hora, casi un 200% por encima de lo permitido. A éste hay que sumar otro turismo a 132 en la misma zona, y otro a 129 kilómetros por hora en la Avenida de Andalucía.
De acuerdo con los datos aportados a este periódico por la Policía Local, entre febrero y julio de este año se han tramitado una media de 82 multas diarias. La cifra es relativamente baja si se tiene en cuenta que sólo en el primer mes de funcionamiento, según los datos aportados en su día por el área de Movilidad a este periódico, fueron cazados por encima del límite de velocidad unos 45.000 vehículos (6% del tráfico total que circuló por las zonas controladas), cifra que hasta el momento no ha sido actualizada por los responsables municipales. No obstante, si se toma como referencia esta primera cifra, la Policía Local sólo ha tramitado denuncia a 5 de cada cien vehículos pillados.
Desde el Cuerpo subrayaron que el fin de los radares no es "recaudatorio" sino el de evitar que "haya coches lanzados por determinadas vías de la ciudad". En el bajo número de sanciones, teniendo en cuenta las primeras cifras aportadas sobre el efecto de los radares, puede contribuir la compleja tramitación de estos dispositivos, ya que la fotografía que se toma del vehículo que excede el límite de velocidad ha de ser nítida y ha de permitir la identificación clara y sin duda alguna del infractor. De acuerdo con ello, es probable que muchos de los presuntos incumplimientos detectados hayan quedado en nada.
Preguntado por este asunto, el concejal de Movilidad, Juan Ramón Casero, eludió dar nueva información sobre el comportamiento de los cinemómetros, aunque sí confirmó que su departamento ha detectado una "moderación considerable de la velocidad" a la que pasan los vehículos por los puntos de control. Sin embargo, son algunos los conductores que han pisado más de la cuenta el acelerador, alcanzando dígitos impropios de circular por una ciudad. Éste es el caso de al menos una docena de individuos a los que la Policía Local ha acusado de delito ante la autoridad judicial por ir a más de 110 kilómetros por hora. El caso más flagrante de los conocidos hasta el momento es el de un coche que fue cazado por el radar instalado en la Avenida Valle Inclán a 147 kilómetros por hora, casi un 200% por encima de lo permitido. A éste hay que sumar otro turismo a 132 en la misma zona, y otro a 129 kilómetros por hora en la Avenida de Andalucía.
