jueves, 10 de septiembre de 2009

Lex Flavia Malacitana: "vuelve" la Málaga del Imperio Romano (La Opinión de Málaga)

Lex Flavia Malacitana: ´vuelve´ la Málaga del Imperio Romano

El Colegio de Abogados y la Fundación Málaga reeditan este documento que hace dos mil años ordenaba la vida social y política y el urbanismo de la ciudad

 
 
 
Abogados. El decano del colegio, Manuel Camas, la edil Araceli González y Pedro Martín-Almendro, de la Fundación Málaga. carlos criado

MATUCHA GARCÍA. MÁLAGA En el año 74 de nuestra era, la ciudad poseía ya un cuerpo legal propio y avanzado que ordenaba la convivencia social: la Lex Flavia Malacitana. Este valioso texto de la historia jurídica de Málaga establecía además el paso de la ciudad federada a municipio de pleno derecho en el Imperio Romano.
El Colegio de Abogados y la Fundación Málaga han reeditado en facsímil esta ley que fue traducida en 1969 por Rafael León y Alfonso Canales. 700 nuevos ejemplares que servirán como regalo institucional del colegio.

La plancha de bronce. La supervivencia de esta norma también tiene una intensa historia detrás. Unos obreros que trabajaban en la zona urbana del Ejido malagueño localizaron una plancha de bronce de unos 90 kilos de peso y lo llevaron a un broncista de Málaga apellidado Luque quien se los compró "probablemente" a un precio módico, a razón del peso, con la finalidad de fundirlo y utilizarlo como materia prima para la confección de sus bronces.
Pero el hallazgo llegó a oídos de Jorge Enrique Loring Oyarzábal, Marqués de Casa Loring, que compró la placa y la tuvo expuesta en su domicilio particular de la finca de la Concepción. El abogado malagueño Manuel Rodríguez de Berlanga y Rosado, cuñado del anterior, tradujo su contenido y lo dio a conocer. Posteriormente, en el 69 fue traducido de nuevo, según se refleja en las palabras de Fernando García Guerrero-Strachan. Y es que la nueva publicación recoge reflexiones de los decanos eméritos del colegio.

El contenido de la norma. Más allá del valor histórico, según los juristas, esta norma destaca especialmente por lo avanzado de su contenido. Así, establecía que los propietarios de edificios destruidos sin motivo suficiente deberían reconstruirlos en un año o afrontar una multa; o que las obras iniciadas serían objeto de información pública mediante tablillas o carteles en las calles. Los malagueños podían también presentar a sus candidatos a ediles locales sin necesidad de tener en cuenta las designaciones imperiales. Además, los representantes eran elegidos por un año y cualquier vecino podía denunciar ya hace dos mil años al que ejerciera presiones o intentara malas prácticas en las elecciones, pudiendo éste ser condenado al pago de diez mil sextercios al municipio.
La presentación de esta nueva edición de la Lex Flavia Malacitana corrió a cargo del decano del Colegio de Abogados de Málaga, Manuel Camas; el director de la Fundación Málaga, Pedro Martín-Almendro; y la concejala Araceli González, en representación del Ayuntamiento, que destacaron lo avanzado de la norma que ya por entonces regulaba el urbanismo, la vida social y la política.
Martín-Almendro consideró incluso que hay "cosas" que en el pasado "se hacían mejor" y dijo que esta normativa es "elegante, abierta y a la vez clara y limitativa cuando tiene que serlo". "Es una buena ley por lo que creo que los juristas deben conocerla y leerla", declaró.
"Es una obra de arte en su edición y su contenido que demuestra que los malagueños ya tenían una norma que regulaba su convivencia y tenían su gobierno hace dos mil años de forma clara. Viene a demostrar que las cosas no han cambiado tanto", destacó Camas por su parte.