Los toldos de la calle Larios adquieren una tonalidad tierra
La suciedad acumulada en estas lonas ya es evidente después de tres meses ofreciendo sombra a los malagueños en lo más duro de la canícula
MIGUEL FERRARY Todavía permanecen los toldos de la calle Larios ofreciendo una más que agradable sombra a los muchos malagueños y visitantes que pasean por el Centro. Sin embargo, de un tiempo a esta parte la sombra se ha hecho más espesa, algo más oscura que al principio. Una breve ojeada a las alturas y se toparán con la respuesta: la suciedad que acumulan las telas.
Estos toldos llevan unos tres meses colocados sobre las cabezas de los malagueños. Blancos en su origen, están adquiriendo una tonalidad terrosa que bien podría servir de camuflaje en el desierto. El calor, el polvo acumulado y la imposibilidad de darle un manguerazo o un buen lavado en la lavadora han hecho que la suciedad se haya acumulado de tal forma que se podrían plantear hasta excavaciones arqueológicas.
Es buena medida esta de los toldos. Sobre todo desde que empezaron a utilizar el material actual, que deja pasar el aire y no provocan esa especie de mini cambio climático habitual en las lonas de plástico. De hecho, el éxito de la iniciativa, que empezó en los años 90 con motivo de la Feria, se ha ido extendiendo en el tiempo de tal forma que este año ya estaba colocados para la festividad del Corpus. Y ahí permanecerán todavía varios días, aunque ya va siendo hora de pensar en la retirada y hacer la colada para disponer de telas blancas, y no del ´beige´ oscuro de la actualidad.
Bosque de palmeras
? El muelle 2 del Puerto está convirtiéndose, de forma discreta, en un pequeño bosque de palmeras. La plantación de estos ejemplares se está realizando con rapidez y son muchos los que están intentando afianzarse y echar raíces. Un cambio de imagen que, esperemos, tenga buen resultado en unos meses, cuando ya puedan crecer y las obras hayan terminado.
Hay mucha curiosidad por ver el resultado final de un proyecto que ha tenido una larga y compleja gestación, con derribo del silo incluido.
Calles a medias
? El callejero de Málaga tiene algunos nombres que parecen que se han quedado a medias. Es muy conocida la calle Martínez, de la que apenas se sabe el nombre o el origen de ese nombre. Sobre todo con un apellido bastante común. Hay otra, como la calle Ernesto, perpendicular a la parte derecha del Compás de la Victoria, que parece un homenaje a todos los Ernestos del mundo, ya que no indica apellidos.
Ante estos hechos, parece que sería momento de unificar los nombres de ambas calles, ofreciendo una imagen mucho más completo, ya que quedaría como calle Ernesto Martínez. Que seguimos sin saber exactamente quién es, pero al menos tiene un nombre completo.
Los nombres tienen sus curiosidades, como es el caso de la calle Cilla, prácticamente desaparecida junto al Albéniz y que hacía honor a su nombre, o la calle Nicasio Calle, con ese curioso palíndromo.
